Dice la letra de una canción, que la nostalgia siempre deja frágil, será porque conecta profundamente con esa añoranza de otro tiempo, pero leí una vez que el recuerdo es el único paraíso del que no podemos ser expulsados, y así se vive de otra manera el pasado en el presente, para sentir el presente como un regalo y que en el futuro no sea un pasado cualquiera
No conocía la canción de Love of Lesbian que mencionas, así que gracias por el descubrimiento.
Gracias, también, por la bonita reflexión. Creo que somos nosotros quienes decidimos si convertir los recuerdos en paraíso, para sacarles así un mejor partido.
“en una oficina en la que varios de sus empleados han huido de sus sillas (uno de ellos de manera literal) al verme entrar con una maleta llena de libros a los que ponerles un sello”.
No he podido evitar reírme en voz alta mientras leía este fragmento y a la vez te veía a ti entrando en Correos, alegre y entusiasmado con esa maleta de libros. 🤣🤣🤣🤣.
Luego, he seguido leyendo y tus palabras iban llenándome de melancolía por pensar en todas esas vidas, en ese título : no va a quedar nada de todo esto. Sabes, Paulo? Yo creo que si las personas no ponen un poco más de sí mismas en todo aquello que crean o hacen, no quedará nada.
Todas las personas que crearon esos proyectos se esforzaron mucho y aquellos que podían disfrutar el producto eran agradecidos con sus dueños, al menos la gran mayoría. Me pregunto: hoy en día, ¿con qué fin se crea un proyecto? Agradecemos y animamos ese esfuerzo? No lo sé. Quizá es una visión pesimista, pero creo que no quedará nada si no hay algo más de lo físico.
🤣🤣🤣🤦🏼♀️🤦🏼♀️. Perdón, no sé si me he explicado bien. ☺️.
He vivido últimamente varias escenas en esa oficina que dan tanto para una película de Almodóvar como para un relato de Stephen King. Veré qué hago con todo ello.
Volviendo a lo importante del texto, entiendo lo que quieres decir. Quizás se pueden ver muchos proyectos sin "alma", pero creo que también por eso sabemos valorar y apreciar los que sí la tienen. Y a mi parecer hay muchos. Tal vez, eso sí, falte dedicarles más espacio a estos últimos.
Mientras te leía pensaba que esos objetos permanecerán vivos mientras haya alguien que los recuerde, que los reviva en su memoria. Es un poco como las personas. Me enternece pensar en ese empeño, en la apuesta de esas personas por esos proyectos y negocios, en todas las historias que encierran.
A mí me impresiona siempre pensar en todas las cosas que permanecen durante años y años, independientemente de quienes estemos a su alrededor.
Estuve en esa misma exposición y me emocionó. El tiempo se pasea entre los luminosos y carteles que, un día relucientes, reflejaron la ilusión de un emprendedor, porque si, no los hemos inventado ahora, siempre hubo un soñador que decidió emprender, para muestra no un cartel, sino todo un elenco. Cuantas historias hay detrás de cada cartel. Tantas como encierra las paredes que los soporta. El antiguo palacio de correos, las cartas que se enviaron y recibieron desde esa emblemático edificio, que yo nunca podré olvidar, porque allí recogía los paquetes que me enviaba mi madre, -cosas de madre-, con todo tipo de productos de mi tierra, y donde nuca faltaba una carta, que tras relatar los eventos mas relevantes en la familia, terminaba diciendo, " come, abrígate y cuídate" , te quiere tu madre. No pude evitar pasar la mano por aquellos mostradores donde un día, hace ya tiempo, me entregaron uno de esos paquetes , y volví a sentir el tacto y la emoción de la sorpresa, y abrí en mi memoria, otra vez esa carta con la inconfudible letra de mi madre, y volví a leer "come, abrígate y cuídate " te quiere tu madre. Cartas, que son a mi historia, lo mismo que los carteles y luminosos, expuestos, a la historia de las calles de Madrid.
Me había gustado mucho la exposición, pero lo que me cuentas de tus recuerdos en la antigua Casa de Correos son algo superior. Qué bonito no solo haberlo vivido, sino recordarlo de esa manera. Gracias a tus palabras he podido trasladarme a esos momentos que me parecen de lo más valiosos.
Gracias, Paulo. Qué ratitos de disfrute nos regalas. He viajado a todos esos sitios a los que has hecho referencia. Qué forma tan bonita dar valor a las personas, sus negocios, lo que surge alrededor de ellos, los recuerdos, la memoria...GRACIAS😊😊😊😊
Seguramente esa sea la intención principal de la exposición, aunque el título resulte tan contundente. El esfuerzo y la ilusión de esas personas fueron reales, y por tanto lo sigue siendo su valor. Muchas gracias, Belén.
Dice la letra de una canción, que la nostalgia siempre deja frágil, será porque conecta profundamente con esa añoranza de otro tiempo, pero leí una vez que el recuerdo es el único paraíso del que no podemos ser expulsados, y así se vive de otra manera el pasado en el presente, para sentir el presente como un regalo y que en el futuro no sea un pasado cualquiera
No conocía la canción de Love of Lesbian que mencionas, así que gracias por el descubrimiento.
Gracias, también, por la bonita reflexión. Creo que somos nosotros quienes decidimos si convertir los recuerdos en paraíso, para sacarles así un mejor partido.
Qué maravilla!!!!!!!
“en una oficina en la que varios de sus empleados han huido de sus sillas (uno de ellos de manera literal) al verme entrar con una maleta llena de libros a los que ponerles un sello”.
No he podido evitar reírme en voz alta mientras leía este fragmento y a la vez te veía a ti entrando en Correos, alegre y entusiasmado con esa maleta de libros. 🤣🤣🤣🤣.
Luego, he seguido leyendo y tus palabras iban llenándome de melancolía por pensar en todas esas vidas, en ese título : no va a quedar nada de todo esto. Sabes, Paulo? Yo creo que si las personas no ponen un poco más de sí mismas en todo aquello que crean o hacen, no quedará nada.
Todas las personas que crearon esos proyectos se esforzaron mucho y aquellos que podían disfrutar el producto eran agradecidos con sus dueños, al menos la gran mayoría. Me pregunto: hoy en día, ¿con qué fin se crea un proyecto? Agradecemos y animamos ese esfuerzo? No lo sé. Quizá es una visión pesimista, pero creo que no quedará nada si no hay algo más de lo físico.
🤣🤣🤣🤦🏼♀️🤦🏼♀️. Perdón, no sé si me he explicado bien. ☺️.
Un abrazo, Paulo.
Gracias
He vivido últimamente varias escenas en esa oficina que dan tanto para una película de Almodóvar como para un relato de Stephen King. Veré qué hago con todo ello.
Volviendo a lo importante del texto, entiendo lo que quieres decir. Quizás se pueden ver muchos proyectos sin "alma", pero creo que también por eso sabemos valorar y apreciar los que sí la tienen. Y a mi parecer hay muchos. Tal vez, eso sí, falte dedicarles más espacio a estos últimos.
Muchas gracias por tu reflexión. :)
Mientras te leía pensaba que esos objetos permanecerán vivos mientras haya alguien que los recuerde, que los reviva en su memoria. Es un poco como las personas. Me enternece pensar en ese empeño, en la apuesta de esas personas por esos proyectos y negocios, en todas las historias que encierran.
A mí me impresiona siempre pensar en todas las cosas que permanecen durante años y años, independientemente de quienes estemos a su alrededor.
Gracias Paulo.
Cierto, y la permanencia no es solo física, muchos proyectos sobreviven al paso del tiempo gracias a la memoria. Igual que pasa con las personas.
Muchas gracias por tu reflexión, Isabel.
Estuve en esa misma exposición y me emocionó. El tiempo se pasea entre los luminosos y carteles que, un día relucientes, reflejaron la ilusión de un emprendedor, porque si, no los hemos inventado ahora, siempre hubo un soñador que decidió emprender, para muestra no un cartel, sino todo un elenco. Cuantas historias hay detrás de cada cartel. Tantas como encierra las paredes que los soporta. El antiguo palacio de correos, las cartas que se enviaron y recibieron desde esa emblemático edificio, que yo nunca podré olvidar, porque allí recogía los paquetes que me enviaba mi madre, -cosas de madre-, con todo tipo de productos de mi tierra, y donde nuca faltaba una carta, que tras relatar los eventos mas relevantes en la familia, terminaba diciendo, " come, abrígate y cuídate" , te quiere tu madre. No pude evitar pasar la mano por aquellos mostradores donde un día, hace ya tiempo, me entregaron uno de esos paquetes , y volví a sentir el tacto y la emoción de la sorpresa, y abrí en mi memoria, otra vez esa carta con la inconfudible letra de mi madre, y volví a leer "come, abrígate y cuídate " te quiere tu madre. Cartas, que son a mi historia, lo mismo que los carteles y luminosos, expuestos, a la historia de las calles de Madrid.
Me había gustado mucho la exposición, pero lo que me cuentas de tus recuerdos en la antigua Casa de Correos son algo superior. Qué bonito no solo haberlo vivido, sino recordarlo de esa manera. Gracias a tus palabras he podido trasladarme a esos momentos que me parecen de lo más valiosos.
Muchas gracias, Victoria.
Gracias, Paulo. Qué ratitos de disfrute nos regalas. He viajado a todos esos sitios a los que has hecho referencia. Qué forma tan bonita dar valor a las personas, sus negocios, lo que surge alrededor de ellos, los recuerdos, la memoria...GRACIAS😊😊😊😊
Seguramente esa sea la intención principal de la exposición, aunque el título resulte tan contundente. El esfuerzo y la ilusión de esas personas fueron reales, y por tanto lo sigue siendo su valor. Muchas gracias, Belén.
Me ha encantado la reflexión Paulo , soy una mujer que vive el presente , pero en alguna parte de mi tengo anclados mucho recuerdos
De vez en cuando tiro de ellos y soy feliz saboreandolos. Muchas gracias
Vivir el presente es de lo más sensato, pero seguro que todos necesitamos echar mano del pasado en algún momento. :)
Muchas gracias, Mercedes.
Me ha gustado pasear contigo por esa exposición.
Bonito homenaje a todos esos negocios, que salieron adelante con el esfuerzo y la ilusión de sus propietarios❤️
Es una exposición evocadora, parece que solo ves carteles, pero estás paseando por toda una época. Gracias por sumarte al paseo, Marta. :)