Hace tiempo que dejé de leer a Perez Reverte porque me cuesta separar su obra del señoro que demuestra ser en sus entrevistas y columnas. Lo hice, y mucho, en mi primera juventud, alucinada con sus historias y su manera de construir historias desde la escritora que quería ser. Hay algo que me llama mucho la atención: lo fácil que resulta hablar desde el privilegio, siendo quien ya lo ha conseguido todo (o casi) y hacerlo como si se estuviera en posesión de la verdad absoluta. Sobre cualquier tema, sobre todos los temas. ¿Es necesario tener una opinión sobre cada cosa? ¿Puedes tenerla? Yo solo sé que no sé nada y que cuanto más aprendo menos me parece que sé. Curiosamente, la respuesta a casi todo está en los libros (y en internet también, claro), así que, mientras los sigamos teniendo, habrá esperanza.
A mí, curiosamente, me pasaba al contrario. Sus novelas no consiguieron engancharme (tengo pendiente darle una nueva oportunidad a «El club Dumas», ahora que han pasado unos cuantos años), pero sus columnas me atraían porque, estando en desacuerdo muchas veces con las ideas defendidas, me parecía muy interesante la manera en que argumentaba e invitaba a cualquier lector a esforzarse en construir una réplica a la altura. Pero sí, este tipo de discurso desde el privilegio resulta poco provechoso, más dañino que beneficioso.
Yo disfruté mucho “El club Dumas”, “La tabla de Flandes” o “La reina del Sur”, por ejemplo. Alatriste no me llamó nada. Hace años que salió de mi radar y no ha vuelto, aunque reconozco que es uno de los grandes, una cosa no quita la otra. En su poltrona, desde la que nos habla. Ya contarás si te enamora “El club Dumas” ahora. Feliz viernes.
¿Qué sería de la vida de quienes leemos sin novelas? Esta forma de vivir la enseñamos a quién amamos, hijos, sobrinos, nietos, amistades y regalamos historias nuevas o clásicas para que vivan sabiendo que tienen un sitio dónde disfrutar, dónde esconderse, encontrarse, charlar, aprender,... y es entre las páginas de un libro.
Importa el formato tanto como cuando dijeron que el libro digital acabaría con el tradicional y no, conviven juntos, cada quién lee como más le gusta o puede según sus circunstancias.
Y necesitamos novelas nuevas, historias nuevas porque los clásicos son geniales pero bien sabemos que ellos, los libros, nos escogen y que bueno que haya mucho para recibir y para leer. Necesitaríamos muchas vidas más para leer todo lo escrito pero lo importante es vivir está rodeados de libros, textos, newsletter que nos aporten y hagan de esta experiencia humana un lugar mejor.
Gracias por este «ya es viernes» y por los demás porque creo que somos muchos los que sentimos cada palabra que escribes y nos acercas a la literatura reflexiva con mucho mimo y cuidado. Gracias, Paulo.
Esa es la gran pregunta, qué sería de la vida de quienes leemos sin novelas. Creo que siempre necesitaremos nuevas historias, y para quienes tenemos hábito lector, por mínimo que sea, será imprescindible poder leerlas, al margen de consumirlas en otros tipos de formatos. Leídas nos llegan de otra manera, nos involucramos nosotros desde otra posición. Que no nos falte nunca esa posibilidad.
Leer en formato libro es toda una experiencia en si misma, al menos en mi caso. Desde el olor del libro, al sonido de las páginas y ya no digo nada si es una edición cuidada aunque sea en pequeños detalles. A parte está la historia o lo que se cuenta en ellos. Cuando es ficción me construyo un mundo con él, cuando es no ficción me construyo un pensamiento.
Totalmente, leer en formato físico es una experiencia aparte. Hay estudios que indican que la manera en que leemos se altera según el formato, así que es importante seguir contando con esta opción, por lo que tiene de especial.
Ojalá quienes creen videojuegos y series lean, da igual si es novela, novela gráfica o ensayo, pero que lean. Porque la capacidad de imaginar y de crear nuevas historias que te da la lectura no la obtienes viendo una historia en una pantalla. No son excluyentes las pantallas y los libros, pero nunca llegarán a aportarte lo mismo.
Gracias por tus artículos Paulo, por hacernos reflexionar y por permitirnos seguir disfrutando de la lectura.
Justo ayer hablaba con una compañera sobre esto que escribes. Soy profesora de secundaria desde hace 14 años y nunca antes había visto a tantos alumnos/as mostrar interés por la lectura, traer sus libros al instituto, para leer por placer, no por "obligación", sacar sus novelas entre los cambios de clase, compartir libros entre ellos, subrayarlos, marcarlos...
"Profe, leer está de moda" me dicen. Y yo sonrío y pienso bendita "moda juvenil"
Gracias por compartir tu experiencia, Ana. Qué bonito y esperanzador.
Y seguro que es algo más que una moda. Hay a quien le cuesta ver en las generaciones más jóvenes un interés lector, solo porque no sienten predilección por los mismos géneros literarios o porque no prestan tanta atención a las listas generalizadas de los más vendidos.
Me encanta pensar que somos pedacitos de cada libro que hemos leído. La propia experiencia de la lectura hasta las reflexiones que nos llevamos son únicas, por lo que no creo que eso cambie nunca, las personas necesitamos estas historias. Hay una frase preciosa de Voltaire que dice así "la escritura es la pintura de la voz", yo me quedo con esto. Gracias por esta reflexión Paulo.
Gracias, Paulo, por compartir una defensa también arbolada de la razón de ser de las novelas y de la lectura.
Yo también he dejado prácticamente de seguir las manifestaciones de Pérez Reverte, a quien no por ello niego maestría en el dominio de la lengua ni brillante pericia en materia literaria. Sin embargo, apostando por mi bienestar emocional, decidí obviar sus declaraciones que a menudo se sitúan en las antípodas de lo que yo (y no solo yo) considero saludable en cuestión de valores democráticos y tolerancia.
En este caso, aunque confieso no haber leído la entrevista citada, elucubro que para el académico prima la mayor proyección de sus historias sobre el medio y el género por el que sea alcanzada. Y hasta se podría aplicar una interpretación generosa del concepto “lectura” sin restringirla a lo literal.
Desafortunadamente, algunos estudios de neurocirugía ayudan a explicar en parte la tesis de Pérez Reverte, pero eso no significa que la literatura (ni tampoco la lectura en sentido estricto) desaparezca.
Muchas gracias a ti, Manuela, por todo lo que señalas con tanta claridad.
Entiendo y comparto el respeto por la maestría que este autor ha demostrado en el dominio de la lengua, y que a mí me ha exigido esforzarme para poder argumentar mis discrepancias con ciertas ideas.
Gracias también por el enlace del artículo, que no había leído, aunque sí otros con una información similar. Confiemos en que quienes tenemos el hábito de leer sepamos contagiarlo de alguna manera a quienes no han tenido oportunidad de contemplarlo como una opción interesante.
Totalmente de acuerdo, nos pueden apasionar muchas cosas (y es fantástica esa posibilidad), pero por el momento la lectura no es intercambiable con otros placeres. :)
Hace tiempo que dejé de leer a Perez Reverte porque me cuesta separar su obra del señoro que demuestra ser en sus entrevistas y columnas. Lo hice, y mucho, en mi primera juventud, alucinada con sus historias y su manera de construir historias desde la escritora que quería ser. Hay algo que me llama mucho la atención: lo fácil que resulta hablar desde el privilegio, siendo quien ya lo ha conseguido todo (o casi) y hacerlo como si se estuviera en posesión de la verdad absoluta. Sobre cualquier tema, sobre todos los temas. ¿Es necesario tener una opinión sobre cada cosa? ¿Puedes tenerla? Yo solo sé que no sé nada y que cuanto más aprendo menos me parece que sé. Curiosamente, la respuesta a casi todo está en los libros (y en internet también, claro), así que, mientras los sigamos teniendo, habrá esperanza.
Gracias por la reflexión de viernes.
A mí, curiosamente, me pasaba al contrario. Sus novelas no consiguieron engancharme (tengo pendiente darle una nueva oportunidad a «El club Dumas», ahora que han pasado unos cuantos años), pero sus columnas me atraían porque, estando en desacuerdo muchas veces con las ideas defendidas, me parecía muy interesante la manera en que argumentaba e invitaba a cualquier lector a esforzarse en construir una réplica a la altura. Pero sí, este tipo de discurso desde el privilegio resulta poco provechoso, más dañino que beneficioso.
Yo disfruté mucho “El club Dumas”, “La tabla de Flandes” o “La reina del Sur”, por ejemplo. Alatriste no me llamó nada. Hace años que salió de mi radar y no ha vuelto, aunque reconozco que es uno de los grandes, una cosa no quita la otra. En su poltrona, desde la que nos habla. Ya contarás si te enamora “El club Dumas” ahora. Feliz viernes.
¿Qué sería de la vida de quienes leemos sin novelas? Esta forma de vivir la enseñamos a quién amamos, hijos, sobrinos, nietos, amistades y regalamos historias nuevas o clásicas para que vivan sabiendo que tienen un sitio dónde disfrutar, dónde esconderse, encontrarse, charlar, aprender,... y es entre las páginas de un libro.
Importa el formato tanto como cuando dijeron que el libro digital acabaría con el tradicional y no, conviven juntos, cada quién lee como más le gusta o puede según sus circunstancias.
Y necesitamos novelas nuevas, historias nuevas porque los clásicos son geniales pero bien sabemos que ellos, los libros, nos escogen y que bueno que haya mucho para recibir y para leer. Necesitaríamos muchas vidas más para leer todo lo escrito pero lo importante es vivir está rodeados de libros, textos, newsletter que nos aporten y hagan de esta experiencia humana un lugar mejor.
Gracias por este «ya es viernes» y por los demás porque creo que somos muchos los que sentimos cada palabra que escribes y nos acercas a la literatura reflexiva con mucho mimo y cuidado. Gracias, Paulo.
Esa es la gran pregunta, qué sería de la vida de quienes leemos sin novelas. Creo que siempre necesitaremos nuevas historias, y para quienes tenemos hábito lector, por mínimo que sea, será imprescindible poder leerlas, al margen de consumirlas en otros tipos de formatos. Leídas nos llegan de otra manera, nos involucramos nosotros desde otra posición. Que no nos falte nunca esa posibilidad.
Leer en formato libro es toda una experiencia en si misma, al menos en mi caso. Desde el olor del libro, al sonido de las páginas y ya no digo nada si es una edición cuidada aunque sea en pequeños detalles. A parte está la historia o lo que se cuenta en ellos. Cuando es ficción me construyo un mundo con él, cuando es no ficción me construyo un pensamiento.
Totalmente, leer en formato físico es una experiencia aparte. Hay estudios que indican que la manera en que leemos se altera según el formato, así que es importante seguir contando con esta opción, por lo que tiene de especial.
No sé qué sería de mí vida sin los libros.Reconozco que me atrinchero entre ellos esperando tiempos mejores.
Un videojuego,o una serie . Jamás podría sustituirlos.
Gracias por tus artículos.
Los libros son trinchera en muchas etapas de la vida. Que no nos falten nunca.
Ojalá quienes creen videojuegos y series lean, da igual si es novela, novela gráfica o ensayo, pero que lean. Porque la capacidad de imaginar y de crear nuevas historias que te da la lectura no la obtienes viendo una historia en una pantalla. No son excluyentes las pantallas y los libros, pero nunca llegarán a aportarte lo mismo.
Gracias por esta newsletter!
Eso es. Al final, los guionistas de series y de videojuegos son escritores, y para escribir de la mejor manera posible es imprescindible la lectura.
Yo también quiero seguir leyéndolas... y si puedo, construyendo algunas. Gracias Paulo!
Así lo haremos, leyendo y construyendo. :)
Gracias por tus artículos Paulo, por hacernos reflexionar y por permitirnos seguir disfrutando de la lectura.
Justo ayer hablaba con una compañera sobre esto que escribes. Soy profesora de secundaria desde hace 14 años y nunca antes había visto a tantos alumnos/as mostrar interés por la lectura, traer sus libros al instituto, para leer por placer, no por "obligación", sacar sus novelas entre los cambios de clase, compartir libros entre ellos, subrayarlos, marcarlos...
"Profe, leer está de moda" me dicen. Y yo sonrío y pienso bendita "moda juvenil"
Gracias por compartir tu experiencia, Ana. Qué bonito y esperanzador.
Y seguro que es algo más que una moda. Hay a quien le cuesta ver en las generaciones más jóvenes un interés lector, solo porque no sienten predilección por los mismos géneros literarios o porque no prestan tanta atención a las listas generalizadas de los más vendidos.
Mientras lean, habrá motivos para celebrar.
Me encanta pensar que somos pedacitos de cada libro que hemos leído. La propia experiencia de la lectura hasta las reflexiones que nos llevamos son únicas, por lo que no creo que eso cambie nunca, las personas necesitamos estas historias. Hay una frase preciosa de Voltaire que dice así "la escritura es la pintura de la voz", yo me quedo con esto. Gracias por esta reflexión Paulo.
No conocía esa frase de Voltaire, me encanta. Gracias por compartirla junto a esa descripción tan bonita de lo que supone leer. :)
Gracias, Paulo, por compartir una defensa también arbolada de la razón de ser de las novelas y de la lectura.
Yo también he dejado prácticamente de seguir las manifestaciones de Pérez Reverte, a quien no por ello niego maestría en el dominio de la lengua ni brillante pericia en materia literaria. Sin embargo, apostando por mi bienestar emocional, decidí obviar sus declaraciones que a menudo se sitúan en las antípodas de lo que yo (y no solo yo) considero saludable en cuestión de valores democráticos y tolerancia.
En este caso, aunque confieso no haber leído la entrevista citada, elucubro que para el académico prima la mayor proyección de sus historias sobre el medio y el género por el que sea alcanzada. Y hasta se podría aplicar una interpretación generosa del concepto “lectura” sin restringirla a lo literal.
Desafortunadamente, algunos estudios de neurocirugía ayudan a explicar en parte la tesis de Pérez Reverte, pero eso no significa que la literatura (ni tampoco la lectura en sentido estricto) desaparezca.
https://www.lavozdegalicia.es/amp/noticia/lavozdelasalud/tribu/2022/10/31/michel-desmurget-experto-neurociencia-pantallas-haran-ninos-sean-humanos-futuro/00031667232159492821540.htm
Muchas gracias a ti, Manuela, por todo lo que señalas con tanta claridad.
Entiendo y comparto el respeto por la maestría que este autor ha demostrado en el dominio de la lengua, y que a mí me ha exigido esforzarme para poder argumentar mis discrepancias con ciertas ideas.
Gracias también por el enlace del artículo, que no había leído, aunque sí otros con una información similar. Confiemos en que quienes tenemos el hábito de leer sepamos contagiarlo de alguna manera a quienes no han tenido oportunidad de contemplarlo como una opción interesante.
De acuerdo contigo. De momento no he encontrado un placer parecido al que me aporta la lectura. Y me apasionan muchas cosas pero leer es mi MOMENTO.
Totalmente de acuerdo, nos pueden apasionar muchas cosas (y es fantástica esa posibilidad), pero por el momento la lectura no es intercambiable con otros placeres. :)